La presencia de lo que no está. Sobre Multitud errante de Laura Restrepo
En la novela La multitud errante de Laura Restrepo se descubre la imagen del desarraigo como aglutinante de los personajes; éste, se presenta bajo el rostro del abandono, el desplazamiento forzado, el desaparecimiento y la muerte incierta, incluso, también lo hace en la cotidianidad del sentimiento de un amor no correspondido y la falta de saber qué es lo que realmente se quiere encontrar, así, dice el texto para los que buscan refugio: “Las faltas del pasado se dejan en la puerta. El que aquí se refugie debe saber que de ahora en adelante sólo tiene cuentas pendientes con su conciencia y con Dios.”, lo que nos dicta el estado de la multitud.
En tiempos de guerra, cambios y catástrofes, ‒como si esto no sucediera todo el tiempo, como si no fuera la constante de la humanidad‒ los filósofos han intentado describir el sentimiento de pérdida, el desarraigo, y explicar el estado mental, sentimental y físico del mismo, incluso en compendios de ontología que buscan expresar la esencia de la angustia, el paso del tiempo, la nada, que no podemos conocer, pero que se presume que debe estar allí por el peso que cargan los sufrientes, pues: “[…]nunca se debe subestimar la fidelidad que cada quien le guarda a sus viejos dolores”.
Se hace filosofía existencialista, ontología, fenomenología y también, de los relatos de lo demás, hermenéutica, que se leen y si se les presta atención y se logra entenderlos, a veces, suenan a relatos o a poemas, pero en otras, a leyendas ilegibles porque: “Detrás de ese aire de derrota está vivísimo él rencor — me advirtió — . Huyen de la guerra pero la llevan adentro, porque no han podido perdonar”.
De esta manera es como la literatura facilita conexiones donde en otra parte no se encuentran, por eso logra hablar de estas cosas sin tener que explicarlas y hacerlas entender a un nivel diferente, uno en donde la experiencias y la subjetividad de las personas se encuentran, si habláramos de semiótica, por ejemplo, lo haría en un nivel semántico donde en la decodificación se encuentra con nuestros s-códigos y si habláramos de estética, de una experiencia desinteresada que trae el arte a nivel de nuestra sensibilidad por medio de lo estético. Es por esto que el arte, en donde se encuentra la literatura, posee también un nivel ontológico, que no puede ser explicado en su totalidad, haciéndonos suponer que entre cosas de una misma especie ese algo debe ser lo que las hace comunes.
Siete por tres busca lo que le daba sentido a su vida y ha perdido, algo que probablemente el paso del tiempo y todas las experiencias que vienen con él no pueda remediar, Ojos de Agua el amor de un hombre perdido, aunque ella misma también lo esté, en un país diferente con costumbres diferentes intentando ayudar a las víctimas de un conflicto que andan perdidas también, por eso todos son la multitud errante, están todos fuera de sí intentando encontrarse en los otros y desencontrarse de sus propias culpas y pensamientos para lograr remediar lo que han perdido . Así, todos, tal vez sin saberlo comparten la misma máxima: “Mi guerra es más cruel, porque la llevo por dentro”