La estética del error en La insoportable levedad del ser
“La creación de la obra de arte
es la creación del mundo”Wassily Kandinsky
El pintor de arte abstracto Wassily Kandinsky afirmó: “Cada fenómeno puede ser experimentado de dos modos. Estos dos modos no son arbitrarios, sino ligados al fenómeno y determinados por la naturaleza del mismo o por dos de sus propiedades: exterioridad-interioridad”. Kandinsky propone un análisis de los elementos pictóricos que se basa en la descomposición, así introducirá un método de análisis para las obras de arte, específicamente para las de arte abstracto, al cual llamará método analítico. De esta forma, plantea una dicotomía presente entre las obras de arte y la experimentación de estas que no son nada más si no un resultado de interdependencia entre el arte y la vida subjetiva.
Por otro lado el escritor Milán Kundera nos sumerge en la dialéctica de los contrarios en su novela La insoportable levedad del ser logrando, además, que esos contrarios se necesiten y hagan parte de una dicotomía de fenómenos como Peso/levedad, cuerpo/alma, fidelidad/traición.
Kundera desarrolla varias concepciones estéticas de los fenómenos a lo largo de la obra. Sin embargo me concentraré en una sola que, por falta de una designación específica por parte del autor, llamaré estética del error, si bien, aunque ya es una corriente artística desarrollada en el arte contemporáneo lo veré diferente en este caso en cuanto parece más un planteamiento conceptual del autor que reafirma la necesidad del enfrentamiento dialéctico. Sumado a esto hablaré de las casualidades, las cuales unen los planteamientos estéticos con los hechos cotidianos, resaltando así la importancia de la relación entre interioridad-exterioridad, vida cotidiana-obra de arte.
Los hechos de la vida, en ocasiones, parecieran ser toda una serie de expresiones artísticas de diferente clase, en tanto tienen la capacidad de producir una respuesta estética en los espectadores; no se sabe cuándo, ni dónde se presentarán y sólo se sabe que se están experimentando cuando se siente lo sublime de las mismas, a pesar de esto, sabemos que hay una diferencia entre la belleza natural y la belleza del arte, distinciones que se hacen en autores como Kant y Hegel por ejemplo.
Lo que quiero plantear es que para Kundera estas distinciones se desvanecen, la poetización de la experiencia humana se hace presente en la novela de muchas formas, así, representa el vivir la vida como si fuera una obra de arte, ya sea en el sexo, en los viajes, en la literatura, la música o la fotografía. Y considero que Kundera con esto refleja una de las premisas del arte contemporáneo, esta dice: cualquiera que tenga deseo de expresar algo lo puede hacer por medio del arte o en palabras del curador de arte Nicolás Bourriaud:
La posibilidad de un arte relacional –un arte que tomaría como horizonte teórico la esfera de las interacciones humanas y su contexto social, más que la afirmación de un espacio simbólico autónomo y privado– da cuenta de un cambio radical de los objetivos estéticos, culturales y políticos puestos en juego por el arte moderno.
Es por esto, que alejado de las distinciones clásicas que dieron origen a teorías sobre el arte que delimitaban el objeto artístico y que ahora resultan obsoletas, propone con la manera de actuar de sus personajes la necesidad de la incorporación del arte en la vida, una de las premisas en las obras contextuales que generalmente se desarrollan
hoy.
Entre la dicotomía de contrarios y la base del arte contemporáneo se concibe la noción de estética del error. Ésta nace precisamente de una casualidad, algo que no estaba planeado. Un ejemplo de ello es Sabina, uno de los personajes del libro, la cual es una artista que busca evadir la dialéctica peso/levedad; sus acciones son encaminadas a alcanzar la levedad en la vida y es por esto que siempre elige el camino de la traición. Cierto día pintó un cuadro y a éste por error le cayó pintura roja, al principio detestaba la mancha, pero luego empezó a encontrar en ésta algo hermoso, sus posibilidades artísticas y su alcance estético. Dicho incidente marcaría su vida como artista y configuraría una nueva forma de hacer arte, pues de allí en adelante sus cuadros se basarían en la belleza del error. Esa belleza que no está planeada y que abre una puerta hacia un mundo extraño que se aleja de los estereotipos convencionales.
Sabina pinta cuadros en donde hay una mentira comprensible en la superficie y otra incomprensible detrás. Mostrando la realidad de las experiencias exteriores y lo que ella en su interior percibe de estas. Esto es parecido a la idea implantada por Kandinsky en su manifiesto para la Nueva Sociedad de Artistas de Múnich, en el cual diría: “Partimos de la idea de que el artista, aparte de las impresiones que obtiene del mundo exterior, de la naturaleza, recoge continuamente experiencias en un mundo interior […]”
El nuevo y único estilo artístico verdadero de Sabina es producto de la traición a las normas impuestas por su padre y su patria, o sea de la constante búsqueda de la levedad, pues la única manifestación real de rebelión que realizó fue por medio del arte, decidiendo hacer de sus propias decisiones y no sólo de sus pinturas una obra, ella es el arquetipo del artista contemporáneo. El objetivo de la estética del error es la exteriorización de los sentimientos internos del artista, pues parte del hecho de que dos partes aparentemente aisladas y hasta contradictorias forman una sola obra, donde la realidad exterior podrá ser comprendida de una forma más directa y fácil que la verdad interior.
Este estilo que más que eso es una concepción estética de la vida es producto de la casualidad, siendo el reconocimiento de la casualidad importante para que los personajes puedan experimentar la vida como una obra de arte, pues por medio de este enaltecerán la forma como sus percepciones configuran su idea de realidad. Serán la obra y el espectador.
Sin el poder de la dicotomía causa-efecto de las casualidades La insoportable levedad del ser no lograría conectar las historias de cuatro seres humanos que se presentan como los personajes principales. Kundera implanta planteamientos estéticos en la obra, pero, la estética del error demuestra que Sabina experimenta pequeños hechos de la vida como pinceladas que son parte de un cuadro maravilloso y complejo que algún día concluirá con su muerte.