Entre Un día de estos y Espuma nada más

En el ejercicio comparativo entre los cuentos: Un día de estos de Gabriel García Márquez y Espuma y nada más de Hernando Téllez se pueden encontrar similitudes y diferencias que van a hacer de ambos relatos sobre la violencia. Así, el primero de ellos nos cuenta un narrador omnisciente y en donde a veces tienen participación las voces de los personajes los sucesos ocurridos en el despacho de un dentista que arranca la muela podrida del alcalde, según el tono de la narración, pues la visita de este empieza con una amenaza de muerte vemos que es un militar que ha asesinado sin problema y que además en su posición jerárquica como alcalde es corrupto, por otra parte, en el relato de Téllez la narración se da en primera persona por lo que tenemos acceso a los pensamientos y sentimientos del personaje principal a medida que los experimenta, en este caso es un barbero que recibe la visita, de igual forma, de un militar que busca afeitarse una barba de varios días, en este punto podemos notar que en ambas historias los personajes tienen empleos a los que todos los hombres del pueblo deben recurrir.

Ambos hombres disfrutan de su trabajo, pero más importante todavía es que sienten un

verdadero compromiso con lo que hacen, debido a esto, a ambos los encontraremos

absortos en sus tareas y preparando sus elementos de trabajo hasta la llegada de los

militares, por eso, en el cuento de Márquez cuando el alcalde amenaza de muerte el dentista este saca un arma pero al ver la cara de sufrimiento de su paciente decide removerle el diente, en el caso del barbero es similar, pues sabe que con sólo apretar más la hoja de lo que debe podría ser un héroe para los revolucionarios al acabar con la vida de un hombre que ha asesinado a tantos de los suyos, pero a pesar de esto, realiza un trabajo impecable.

La tensión entre los hombres y los militares en latente, aunque en el cuento de Téllez se hace más explícito puesto que se relata con mayor detalle las atrocidades que comete el hombre y cómo obliga a los demás a mirar para que les sirva como advertencia, en este la tensión que notamos en la narración es psicológica, no llega a mostrarse por medio de una conversación entre ambos, tal vez, el único indicio físico sea el temblor en las manos del joven, por su parte, en el relato del dentista, el aviso de que va a realizar el trabajo sin anestesia ya es un indicio de agresión, también la charla pasivo-agresiva que se desarrolla entre ambos personajes en donde se advierte que el dolor de muela hizo pagar de cierta medida lo que el militar había hecho a los suyos. En ambos casos los militares tienen un control de la ley absoluto en donde se hace lo que ellos quieran, aunque no se sabe si en el caso del cuento de Márquez también haya una insurrección y no sólo personas que tienen valor para demostrar su descontento sin pasar a la acción.

En el caso del dentista no sabemos nada de sus estados mentales, podría hablarse de una especie de serenidad en su modo de actuar, casi indiferencia, sólo amenaza cuando se ve amenazado, mientras que el joven barbero desea por instantes mostrar su condición de rebelde, a pesar de estos contrastes en ambos cuentos y que abordan la problemática desde ángulos diferentes y con diferentes herramientas al haberlos leído los dos queda la sensación de un ambiente de impunidad y conflicto, abuso de poder y muerte, resultan ser similares en esto a pesar de poseer características narrativas diferentes.