El Fauvismo: La vanguardia salvaje

Las vanguardias fueron un período de gran importancia no sólo para el acontecer artístico sino también para la cultura en general, en éstas, la visión sobre el arte y lo que son las obras de arte había cambiado significativamente a comparación del arte moderno que se regía por unas conceptualizaciones de carácter clásico, todo esto, producto del cambio de la mentalidad de los artistas sobre su quehacer, así, distanciándose del modelo de artesanos o de genios inspirados, manejados por los cánones antecesores, quisieron acercar más el arte a su experiencia subjetiva y a su modo de relacionarse con el mundo. Es por esto, que este período como marca de finalización de la modernidad en el arte y la brecha de apertura para lo contemporáneo es un punto clave de análisis para toda clase de teorización sobre el arte, sin mencionar, otros aspectos como los sociales puesto que son un producto indiscutiblemente de su época impulsado por todos los acontecimientos y cambios de mentalidades de la misma. Sin más, esta es una razón suficiente para ahondar en este tipo de estudio, en el cual me referiré especialmente en este trabajo a una de sus corrientes artísticas, a saber: el Fauvismo, denominado también fovismo, en donde destacaré la relevancia de su desarrollo, el tipo de pensamiento que manejaban y que regía su manera de hacer arte y la importancia en el contexto social que producían.

I.

Es en las vanguardias donde se da inicio a fenómenos que resaltan en gran medida a la comunidad artística; se habla de una indocilidad por parte del artista que desea terminar con los modos de representación que se han impuesto al artista por los cánones clásicos, estos como bien se sabe, recaían en los conceptos de belleza, armonía, fiel representación, entre otros, así, el método representativo que descansaba en la mímesis empieza a transformarse y da como resultado la presentación de lo que el creador considera percibe como la realidad, además de la inclusión de su mundo interior; en este momento crucial en donde los artistas están en nuevas búsquedas hay una mayor concientización sobre el arte y su papel en la sociedad, desligado ya de los valores cultuales y religiosos es un arte del hombre y para el hombre que requiere de profundas reflexiones sobre lo circundante, debido a esto, cada movimiento de vanguardia desarrolla su propio manifiesto donde se asientan firmemente sus ideologías, sus concepciones filosóficas sobre el mundo y el arte.

Para llegar al Fauvismo, entraron en presencia dos corrientes artísticas anteriores, la primera de ellas, y aunque no es completamente reconocida como tal pero que tiene un papel muy importa puesto que da apertura a los movimientos, es el Impresionismo que data del período de 1870 aproximadamente, en éste se resaltan la luz y el color aportados por las pinceladas, subsiguientemente se presentará el Expresionismo a principios del siglo XX y que estará ligado al Fauvismo en su oposición a la corriente artística anterior pero también al desarrollo en la expresión de sentimientos, finalmente llega el Fauvismo en 1904 y su duración como corriente delimitada sólo data hasta 1908.

II.

Para esta corriente era fundamental expresar las vivencias psicológicas del artista, se habla que una de las diferencias que guarda con respecto al expresionismo, a pesar de sus similaridades, es una visión más cálida y optimista de la vida presentada en las producciones pictóricas, al igual que con otros movimientos, fue un crítico que al observar en los cuadros un bronce clasicista lo denominó fauve, el cual es un término francés para referirse a las bestias o animales salvajes, algo bastante preciso para esta línea de pintores que resaltarían por medio del color toda una ideología respecto a la importancia de que la visión del artista esté plasmada en las obras, de esta manera, desarrollarán un estudio de la teoría del color en donde plantearán que hay una complementariedad entre los colores, lo cual fue denominado Modelo de color RYB, también es de resaltar las pinceladas que conformaban líneas irregulares pero fuertes y en muchas ocasiones la pérdida de un objeto figurativo que muchas veces terminaba en la incorporación de elementos de carácter abstracto, un ejemplo de ello es Charing Cross bridge del pintor André Derain .

Olvidando deliberadamente el manejo del claroscuro, la perspectiva y siendo de los primeros en utilizar el color de manera ilógica en la pintura de los rostros acaban con el convencionalismo de la representación fiel de la imagen natural de las cosas. Todo tuvo origen en el Salón de Otoño de 1905 con el crítico, ya mencionado, Lous Vauxcelles, con el término que luego de manera despectiva se adoptó sin su connotación original, debo decir que esta corriente no estuve definida de manera consciente y fueron los análisis históricos los que concatenaron y dieron unidad a esta gama variada de modos de pintar, que sin embargo, tenían las características en común ya expresas, así, el círculo estará encabezado por Henri Matisse y sus integrantes fueron Maurice de Vlaminick André Derain, Albert Marquet, Henri Manguin, Jean Puy y Emile Otón Friesz y sus dos últimas incorporaciones George Braque y Raoul Dufy.

III.

Henri Émile Benoît Matisse fue el pintor más reconocido a nivel mundial que tuvo este movimiento, es por esto que se le considera como su mayor representante, es de origen francés y no sólo se desempeñó como pintor, de este modo también trabajó en otros ámbitos de las artes como la escultura, el grabado y el dibujo, se refiere que tuvo unas fuertes influencias de Vincent Van Gogh y su visión de expresar sentimientos a través de la pintura y los colores usados en ella, en el período de su vida en el cual decide hacerse pintor recibe clases del simbolista Gustave Moreau.

Se ha de reconocer en sus cuadros la deliberación del uso de la intensidad de los colores, se puede decir, que su principal objetivo era que la obra pudiera ser experimentada vivamente como la transmisión de una esencia, una que se transmitirá en los tonos fuertes, muchas veces puros que acabarán cubriendo grandes partes de la superficie de los lienzos, todo esto consigue que no haya una matización de los colores y tampoco la utilización de mezclas.

La línea verde, Madame Matisse es una pintura que data de 1905, por su nombre podemos notar instantáneamente que se trata de su esposa, su expresión está marcada por la mirada hacia afuera que no parece comunicarse con la de su esposo que la retrata pero sí con el espectador, se encuentra además su rostro girado, lo cual denota que no estaba de frente, imperan unos colores puros en el fondo, tres para ser más exactos, la línea negra tiende a aparecer para delimitar la región de los hombros con la del fondo, recordando la eliminación del uso de la perspectiva por el uso de diferentes tonalidades, lo mismo sucede en la parte superior cuando del sombrero se hace una bifurcación a dos colores diferentes en cada extremo del cuadro, cual si la Madame estuviera dividiéndolo en dos con su posición, lo que se hace más notorio con la línea verde que demarca su rostro e intenta aparecer como una línea divisora artificial, la estridencia y el dramatismo de esta pintura se direccionan al enfoque de la luz natural hacia los colores.

La gran importancia de este movimiento fue la de luchar contra los parámetros establecidos, con el siglo en curso y los aires en la sociedad que predecían el conflicto de la Gran Guerra y además de los conflictos internos que había padecido Francia en los años anteriores estos pintores deciden enfrentarse no sólo al Impresionismo sino a su realidad, a los predicamentos de lo que se consideraba que era un artista, teniendo a su vez como característica la fascinación por la estética de las máscaras y estatuas africanas que ya demuestran el deseo de expresión de lo salvaje, el libre fluir de las formas sin que tengan que terminar en la imitación, así, a pesar de que nunca redactaron un manifiesto con todos los puntos a los que querían llegar fue por medio de sus obras que llegaron a una síntesis de forma-color y a la gran representación de sentimientos por medio de la superposición de los colores.